INDH presenta querella contra Carabineros por torturas a joven lesbiana en comisaría de Coronel

Golpes, asfixias y desnudos son algunas de las agresiones que sufrió una joven lesbiana en Coronel por parte de funcionarias y funcionarios de Carabineros de Chile. Desde el momento de la detención hasta la liberación ocurrieron las vejaciones que dejaron con secuelas físicas y psicológicas a dos mujeres afectadas por el Lesbo Odio, quienes a través del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) pudieron presentar una querella por el brutal trato. 

El 11 de marzo, Monserrat P. y Priscila P. decidieron salir a dar una vuelta al sector del cristo en Coronel donde, como cuentan en conversaciones con Colectiva La Zarzamora, vieron a carabineros rodeando a un grupo de señoras, niños y adolescentes. 

Como generalmente lo hace, Priscila se acercó con su celular a grabar el hecho, lo cual alteró a uno de los policías presentes en el lugar. Este la siguió y hostigó en todo momento. Tras esto, presenciaron la detención de un hombre en el lugar, por lo que preguntó la justificación de esta. La respuesta que recibió fueron gritos de los efectivos policiales y una patada en la vagina por parte de una carabinera. 

Seguido de este hecho iniciaron los ataques físicos a Priscila, donde este grupo la rodeó y atacó con patadas, combos y lumazos, quedando así con una fractura en el dedo. Al presenciar el ataque, Monserrat detalla que: 

 “yo me metí a sacarla y le dije a una paca: oye hermana si somos mujeres! Ella no respondió nada. De repente no me dí cuenta cómo, pero tenía a todo el choclón de pacos pegándome en la cabeza, en el cuerpo y me tenían contra el carro blindado que tienen.”

Comienzan los ataques

Los efectivos de Fuerzas Especiales (FF.EE) proceden a subir a Monserrat al vehículo que se encontraba en completa oscuridad, mientras ocurre esto recuerda ser asfixiada con ambas manos, recibir golpes en la cabeza, sentir dedos dentro de sus ojos y esuchar insultos lesbofóbicos. 

Mientras ocurrían los ataques, la afectada intentaba comunicar a FF.EE que sufría de Asma Crónica y Ansiedad, por lo que necesitaba llegar a un centro asistencial urgentemente, sin embargo no recibió respuesta por parte de sus atacantes, los cuales continuaron con los golpes y asfixias.

Créditos: Colectiva La Zarzamora

Luego de seguir escuchando insultos lesbofobicos, Monserrat llega a un centro asistencial, en el que fue amenazada para que no contara la brutal paliza que había sufrido hace solo unos minutos, de lo contrario los golpes continuarían al llegar a la comisaría.

A pesar de las amenazas, la joven intentó pedir ayuda a un funcionario del hospital moviendo sus labios, sin embargo relata que la funcionaria policial que la acompañaba, al percatarse de esto, se acerca y le dice  “pobre de vo que digai que te pegamo, sino te va a ir feo, no hagai tierra y te voy a dejar que salgai antes”. 

Al llegar el médico de turno, Monserrat relata que:

 “El médico me preguntó si tenía lesiones y yo dije que no sabía, porque estaba con ella al lado. El médico puso sin lesiones, frente a mí con la nariz sangrante y mi rostro hinchado de golpes. Tampoco quiso inhalarme”

Créditos Colectiva La Zarzamora

Torturas en la comisaría

Al llegar a la comisaría dos funcionarias la llevan a un cuarto sin cámaras donde ocurre la última vejación a su persona, aquí la obligan a desnudarse y hacer sentadillas:

 “Le tuve que mostrar los pechos, tuve que sacudirme los pechos, después me dijo ¡ya bájate los pantalones! Me bajé los pantalones y me pidió que me bajara los calzones. Yo andaba con boxer y me quedó mirando con cara de se que no es un calzón, y me dijo: ya haceme 3 sentadillas! Pórtate bien y no hagai tierra porque sino esta se te va a devolver peor”.

Al ser liberada, es obligada a firmar dos documentos donde se revela su domicilio y el de familiares y el documento de la constatación de lesiones nunca es entregado. 

Apoyo de INDH y agrupaciones 

Luego de recibir apoyo de colectivos feministas y lgbt, el 21 de marzo el INDH de la Región del Bío Bío les brindó apoyo psicológico y  presentó una querella en el Juzgado de Garantía de Coronel contra todas las personas que resulten responsables como autores, cómplices o encubridores de este delito. 

Además, Érika Montecinos, de la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, indica que como agrupación también tienen conocimiento del caso y que harán un seguimiento de este. Afirman que es fundamental “darles la mayor difusión posible, lamentablemente los medios tradicionales están en otra, y ahí compartimos un poco el temor de las compañeras, que este caso quede invisibilizado y que debido a eso se cometa una nueva vulneración, revictimización y se deje libre a los policías violentos”

Los ataques motivados por el lesbo odio siguen siendo invisibilizados, en el XVIII Informe Anual de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual y de Género dada a conocer por el Movilh, la homofobia, transfobia y lesbofobia aumentó un 58% en 2019, registrando además 1103 denuncias por discriminación y violencia, la cifra más alta conocida hasta la fecha.