Victoria Santa Cruz Gamarra fue una artista completísima, pero su aporte más valioso está en el mensaje que transmitió fervientemente y que sigue haciendo sentido a tantas mujeres de habla hispana. Falleció el 30 de agosto de 2014 y aquí la recordamos por su labor en el rescate y difusión de la cultura afroperuana.
La idea de compartir el legado de Victoria, con sus potentes discursos sobre habitar la negritud con orgullo, probablemente estaban alejados de pensarse que tuvieran lugar para hacer frente a ataques racistas en pleno 2020.
En una época abiertamente más discriminadora que ahora, nació esta mujer en el distrito de La Victoria de Lima, el 27 de octubre de 1922. Hija de Nicomedes Santa Cruz Aparicio, escritor y dramaturgo, y de Victoria Gamarra, de familia muy ligada a la pintura y gran bailarina de zamacueca y marinera. Con diez hermanos, algunos también dedicados a la música, Victoria destacó por su faceta artística a muy temprana edad.
Su entorno familiar fue un círculo propicio para experimentar en la faceta musical y en los ritmos del folclore peruano. Junto a su hermano menor, Nicomedes Santa Cruz Gamarra, famoso decimista, crearon el grupo Cumanana, donde experimentó desde la composición musical, dirección escénica, coreografía, hasta el diseño y confección del vestuario.
Becada por el Gobierno de Francia, viajó a estudiar a la Universidad del Teatro de las Naciones en París. Allí se profesionalizó en el diseño de vestuario y en la Escuela Superior de Estudios Coreográficos.
Tras eso, retorna a su país y funda en 1968 la compañía Teatro y Danzas Negras del Perú. Tuvieron gran éxito, llegando a presentarse en variados escenarios e incluso representar a Perú en los Juegos Olímpicos.
Fue nombrada directora del Centro de Arte Folclórico donde pudo adentrarse aún más en este ámbito y las presentaciones no cesaron.
Se presentó en el Primer Festival y Seminario Latinoamericano de Televisión en 1970, que organizó la Universidad Católica de Chile, donde recibió el premio como la mejor folclorista. Al año siguiente, 1971, fue invitada por el Gobierno Colombiano al Festival de Cali.
Posterior a eso, en 1973 es nombrada directora del Conjunto Nacional de Folclore del Instituto Nacional de Cultura (INC), lo que la lleva a visitar distintos países y presentarse en escenarios europeos también.
Finalmente terminó su carrera como profesora en la prestigiosa Universidad de Carnegie Mellon de Estados Unidos. Dirigió talleres en países como Israel, Canadá, Dinamarca, Rusia, España, Italia y Argentina.
En esta, su más recordada canción, cuenta sobre un episodio de su infancia marcado por la discriminación racial siendo solo una niña. Sus ojos, su pelo, su piel señalados como insultos. Años de experimentación artística y musical, de identificarse como mujer racializada, de rescatar y difundir sus raíces y cultura, nos dejan el recuerdo vivo de esta activista por los derechos de afrodescendientes latinoamericanos.
“Hoy se quién soy, hoy nadie me puede insultar” es lo que dice ella en esta canción. Si quieres conocer más sobre poderosa mujer te dejamos invitaba a escuchar sus palabras en este documental.
¿Conocías a Victoria Santa Cruz?
Difundamos el legado que dejó esta poeta y artista
Una #mujerbrava